Déjame que te cuente…
Por Sergio M. Trejo González.
Ayer, y hoy, tuve la oportunidad de observar las marchas de protesta,
respetuosa y ordenada, llevada a cabo por los estudiantes del CEBTYS 48… yo no
estudié ahí, pero mis condiscípulos, fueron la primera generación de tal
institución, hablo, ya tiene rato, de los años del 1973, 74, 75, para acá... en
el antecedente de CECYT 408. Eso quizá me hace ver con nostalgia y con
admiración a los escolapios que como un servidor llevan en las venas en esa
hermosa edad todo el ímpetu y el frenesí de la vida… en el caso acusan al
director de irregularidades en el manejo de recursos, exigen cuentas por la
disposición de los dineros de inscripciones en rehabilitación de climas y de
los laboratorios- se aprecia que nadie les ha hecho caso y eso me parece un
craso error de la autoridades educativas. El horno no está para bollos, ni son
tiempos donde la indiferencia sirva para apagar cualquier manifestación de
hastío.
la movilización de los jóvenes, con la que los estudiantes
decidieron salir a marchar por las principales calles de la ciudad debe ser
atendida de inmediato, pues aunque ahora los vemos solitos, respetuosos y
tranquilos, eso, bien manejado, puede crecer en cuanto aparezcan los ideólogos
que en toda sociedad estudiantil existen. No estoy hablando de intromisiones
ajenas al movimiento ni a la politización partidista de la bandera…lejos estoy
de los fundamentalistas y de los pensamientos radicales, soy pueblo y me
indigno de las injusticias y de los atropellos, de los hurtos y de las
corruptelas… me contagio fácilmente de toda causa con causa. no se confíen
porque los ven chamacos y solitos… la fuerza estudiantil es una bola de nieve
que cuando baja por la pendiente puede causar estragos…ahorita los ven con
indiferencia pero pudieran sumarse otros grupos de alumnos de instituciones
similares… alguien decía:
Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío,
no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era
comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero
tampoco me importó.
Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no
era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura,
tampoco me importó.
Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde.
Nomas es mas es cosa de apretarlos tantito, en la
conciencia, con pensamientos elevados de solidaridad y espíritu de clase, para
que los demandados rindan los balances exigidos. NO están solos los muchachos!
y siempre habrá una mano de apoyo y respaldo para quien demuestre su razón con
valor... Señor director, atienda usted a esas criaturas ¡Ya!
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