sábado, 1 de agosto de 2015

Hostigamiento, amenazas y extorsión a cubanos en la estación migratoria de Acayucan, denuncia Solalinde


31 de julio de 2015
El sacerdote Alejandro Solalinde
Foto: Octavio Gómez
MÉXICO, D.F. (apro).- El fundador del albergue ‘Hermanos del Camino’, el sacerdote Alejandro Solalinde, denunció la existencia de una red de corrupción en el Instituto Nacional de Migración (Inami) que dirige el comisionado Ardelio Vargas Fosado.
En conferencia de prensa, dijo que las víctimas predilectas de dicha red son los migrantes cubanos. Por ejemplo, mencionó que en los últimos cuatro años, el albergue que encabeza ha recibido 900 denuncias de ciudadanos isleños por hostigamiento, amenazas y extorsión en las estaciones migratorias de Acayucan, Tapachula, Palenque, San Cristóbal de las Casas y el Distrito Federal.
De ellas, añadió, sólo en 100 casos se lograron reunir las pruebas necesarias, aunque hasta ahora únicamente se han interpuesto 15 querellas ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra funcionarios del instituto y abogados particulares
Solalinde explicó que en dos ellas las autoridades “están por consignar” a los presuntos responsables.
Acompañado por Alberto Adonis, el sacerdote activista sostuvo que los migrantes cubanos se han convertido “en un botín para los agentes de migración. “Son los que están dejando más dinero a las estaciones migratorias, tenemos quejas ante CNDH y denuncias penales por estos delitos”.
Adonis detalló que la extorsión a los cubanos se da cuando personal del propio instituto y abogados llaman a sus familiares en Estados Unidos para hacerles creer que ya están en ese país, pero que los tienen detenidos y deben pagar el oficio de salida para abandonar el centro de detención.
Según denuncias recabadas por los defensores de derechos humanos, los extorsionadores les exigen de 3 mil 500 a 5 mil dólares por persona para resolver su situación.
El activista del albergue detalló que a diferencia de lo que ocurre con los indocumentados centroamericanos, los cubanos no pueden ser repatriados si el gobierno de su país no accede a recibirlos. Por esta razón, es común que dejen las estaciones migratorias con un oficio de salida, luego de meses en detención.
Con dicho oficio, los isleños pueden transitar por México y llegar a Estados Unidos, cuyo gobierno los recibe sin problemas, debido a la llamada Ley del Ajuste Cubano.
Alberto Adonis comentó que el reciente restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos detonó el aumento de la migración cubana, pues es posible que la mencionada ley establecida en 1996 quede derogada y sea aún más difícil entrar a territorio estadunidense.
Los conferencistas añadieron que en lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto se incrementaron en 200% los casos de abuso y violación de los derechos humanos de los migrantes
Peor aún, añadieron, el tráfico de órganos –presuntamente operado por bandas del crimen organizado en el norte del país— “se sigue agudizando y afecta principalmente a migrantes de origen centroamericano”.

La denuncia
La denuncia del padre Alejandro Solalinde derivó de la acusación que a principios de esta semana hizo un grupo de cubanas arraigadas en la Estación Migratoria “Las Agujas” de la delegación Iztapalapa, por la presunta agresión física y sexual por personal de seguridad de la dependencia.
De acuerdo con lo que contaron las víctimas a personal de la Quinta Visitaduría General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), éstas se enteraron de que un grupo de hombres de su misma nacionalidad que estaban también en la estación migratoria fueron llevados en un vehículo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para dar cumplimiento a la orden de deportación, aun cuando contaban con amparos para evitarla.
El hecho causó molestia e inconformidad en las mujeres al creer que les harían lo mismo. Ante el alboroto, personal de seguridad de la estación las llevó a las oficinas del área jurídica para que comparecieran. Fue entonces cuando se dio la agresión.
Al enterarse, Alejandro Solalinde viajó de Oaxaca al DF para informarse de la denuncia. Dijo que las cubanas indocumentadas fueron “arrastradas desnudas cuando se encontraban en las regaderas de la mencionada estación”.
Más tarde, el activista difundió en su cuenta de Twitter un video de Youtube titulado “Migrantes cubanos se quejan de abusos en la Estación Migratoria de las Agujas, Iztapalapa”.
En las imágenes los migrantes narraron otras arbitrariedades dentro de la estación, como el hecho de mantenerlos recluidos ahí más de 80 días sin resolverles su situación y ni siquiera les dan información. Otros expresaron su temor de ser deportados pues no cuentan con amparos para evitarlo. Unos más denunciaron mala alimentación, incomunicación, negación para ver a sus familiares en la estación. Algunos dijeron que se pusieron en huelga de hambre en protesta por su situación indefinida por el INAMI.
Solalinde este viernes aclaró que las víctimas no levantaron denuncia penal porque el Instituto Nacional de Migración les dio oficios de salida y las entregó al obispo Guillermo Ortiz Mondragón.

“Cuando hay un delito al interior de las estaciones, el Instituto lo que hace es dar un oficio de salida para que la persona se vaya y otra vez, el caso (de las cubanas) queda impune”, concluyó.

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