Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo).–
Ramiro Guardado Cruz, un hombre de complexión muy delgada, de
extremidades huesudas y de un bigote ralo, no paró desde Villarhermosa,
Tabasco, hasta el Distrito Federal, de cargar una cruz de madera de unos
10 kilos de peso. Originario de Honduras migró a México desde hace 20
días para tratar de cruzar la frontera con Estados Unidos.
Hace una semana se unió al Viacrucis
Migrante que año con año organiza el albergue La 72, a cargo de Fray
Tomás González y que ayer recorrió Avenida Paseo de la Reforma para
llegar hasta Los Pinos.
“En esto tiene que tener paciencia uno. Hay ratos que me canso, pero yo me siento bien.
Es algo que significa que buscamos algo
mejor, somos migrantes, no somos criminales, porque si uno se viene en
La Bestia, si no nos mata el tren, nos matan los delincuentes”, dijo.
Ramiro dejó en Honduras 11 hermanos, dos hijos y su esposa. Salió de su
país para trabajar en Estados Unidos y regresar a Honduras con dinero
para poder costearles los estudios a sus hijos. En Honduras trabaja en
la siembra de maíz, frijol, café y gana 100 lempiras al día. Cantidad
que apenas le alcanza para mal come, porque un kilo de carne cuesta 100
lempiras, una jornada de su trabajo, mientras que un kilo de tortillas
se cotiza en 20 lempiras y un refresco en 50 lempiras
. En su país, Ramiro dejó una casa de
adobe, donde viven sus hijos y su esposa, pero hace unos días pensó que
no volvería a verlos, pues en su paso por México tuvo que escapar del
Instituto Nacional de Migración (INM) que es mucho más cruenta que la
“migra” de Estados Unidos, y también del crimen organizado que vive al
asecho de los indocumentados.
Por eso, Ramiro decidió cargar la cruz
de madera, como una manda, como una ofrenda para recibir bendiciones
celestiales que le acompañen en el resto del camino. Ayer, cansados por
los ataques, violaciones, secuestros y asesinatos a bordo de “La
Bestia”, alrededor de mil migrantes centroamericanos llevaron el
Viacrucis Migrante a Los Pinos, encabezados por el padre Alejandro
Solalinde y Fray Tomás.
AUDIENCIA CON PEÑA NIETO
Es la primera vez que un Viacrucis
Migrante se detiene en el Distrito Federal para ir en busca de una
audiencia con el Presidente Enrique Peña Nieto. También es la primera
vez que en Veracruz se les prohibió subirse al tren, debido a que hay
una demanda en contra de lo concesionarios, que interpuso Javier Duarte
de Ochoa, Gobernador de ese estado. Duarte entonces les dejó pasar a pie
y en autobuses y les prometió que en Veracruz el INM, uno de los más
cruentos de la Ruta del Migrante, se abstendría de perseguirlos, dijo
Alejandro Solalinde.
Solalinde, ataviado de ropa blanca,
caminó junto con aquella muchedumbre de hombres, mujeres, adolescentes y
niños, en su mayoría hondureños y se plantó frente a Los Pinos, donde
la guardia presidencial informó que sólo podrían pasar ocho personas
para entrevistarse con el Jefe de Oficina de Presidencia, Aurelio Nuño
Mayer. “Por qué sólo ocho, a qué le tiene miedo el Presidente, aquí hay
más que deben ser escuchados”, afirmó Solalinde.
Ingresó un representante por cada uno de
los siete países centroamericanos que envía migrantes, entre ellos
Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua y una monja que los
acompañó durante el viacrucis.
Ni el padre Solalinde ni Fray Tomás
quisieron ingresar a Los Pinos para intentar hablar con Peña Nieto.
Solalinde lo resumió en que para él “la gota que derramó el vaso” fue el
desdén que Peña Nieto le hizo a 15 migrantes mutilados que hace unas
semanas llegaron al DF como punto final de una caravana que iniciaron
desde Honduras, sólo para reunirse con Peña.
“Yo por eso no quiero hablar con él,
porque fue a Honduras a tomarse la foto y vienen los mutilados por La
Bestia y no los recibe, esa fue la gota que derramó el vaso. Ahora están
aquí todos estos migrantes y ellos solicitarán hablar con él. Yo no
quiero hacerlo”, expuso Solalinde.
El sacerdote lamentó la falta de
sensibilidad del Presidente Enrique Peña Nieto, quien despreció una
reunión con los hondureños mutilados que caminaron desde su país al
Distrito Federal para entrevistarse con él. “El gobierno federal es el
primer responsable de todo lo que les pasa en el camino al negarse a
darles paso libre, queremos que nos den el libre tránsito”, expuso.
GRITO DE LIBERTAD
Entre las consignas de los migrantes
destacó precisamente el grito de libertad. “¡Libertad!, ¡libertad al
migrante al migrar!, ¡que desaparezca migración!”, corean mientras
caminan y detenían a tocar las campañas que adornan el camellón de Paseo
de la Reforma a la altura de Metro Auditorio. “¡Queremos ser libres!,
¡queremos ser libres!”, gritaba un hondureño mientras sonaban las
campanadas.
Los migrantes iniciaron el viacrucis
desde el martes pasado en El Naranjo, Guatemala. Dos días después se
sumó el padre Solalinde, luego de que fuera asaltado el tren en Oaxaca y
fueran asesinados cuatro migrantes. “Nosotros así pasamos Semana Santa
en el albergue, llenos de migrantes mutilados, asaltados y con muertos.
Es una situación que ya no puede continuar”, comentó.
Solalinde recordó que en Veracruz se les
prohibió subir al tren y tuvieron que continuar por carretera el
viacrucis. Entonces, dijo el padre, la historia cambió, pues los
migrantes ya no quieren más tren, sino transitar libres por México.
Ellos desean abordar un autobús como cualquier mexicano, sin la amenaza
de la migra mexicana y el crimen organizado que los persiga.
“Es una lucha por todos, quiero decirle a
los mexicanos que esta lucha por los derechos humanos es por todos, no
solo por los migrantes”, agregó. El sacerdote llamó a los mexicanos a
reflexionar sobre el drama migrante. “En 2007 me preguntaron que si qué
pensaba yo sobre los asesinatos y asaltos a los migrantes en el tren y
yo les dije que, si no se resolvían estos crímenes y el gobierno no
hacía algo, seguiría la población mexicana y así fue: en 2008 los
secuestros y desapariciones empezaron a incrementarse, en 2009 fueron el
doble y así fue creciendo”, dijo.
Después de Los Pinos, el Viacrucis
Migrante planeaba reunirse con el Jefe del Gobierno del Distrito Federal
(GDF), Miguel Ángel Mancera Espinosa, para solicitarte que les deje
cruzar libremente por el Distrito Federal, sin ser perseguidos. “Que
esta ciudad sea un ejemplo de que se pueden respetar los derechos de
estas personas, que son personas como los mexicanos.
México debe ver como países hermanos a
Centroamérica y ayudar a que se desarrollen esas regiones, donde la
pobreza obliga a migrar a las personas”. La pobreza como la que vive
Ramiro, a quien 100 lempiras, no le alcanzan para mantener a sus dos
hijos y a su esposa.
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jueves, 24 de abril de 2014
Migrantes centroamericanos llegan a Los Pinos para exigir a EPN libre tránsito por México y evitar a “La Bestia”
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