Columna: CLAROSCUROS
Por José Luis Ortega Vidal
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El pasado viernes 16 de marzo Miguel Angel Yunes Márquez visitó Coatzacoalcos.
El director estatal del programa “Oportunidades” realizó actividades propias de su gestión.
Su presencia, no obstante, distó de ser vista como la simple gira de trabajo de un funcionario federal.
Yunes es un apellido que se escuchará durante los próximos cinco años y que está ligado desde hoy al proceso de sucesión estatal del 2016.
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Bautizado por el diario Notiver como “Chiquiyunes”, Miguel Angel llegó a Canticas por la vía aérea.
Nadie aclaró los detalles sobre el vuelo del ex Alcalde de Boca del Río.
¿La SEDESOL le cubrió los gastos de transporte en avión?
¿El pagó con recursos de su peculio?
En todo caso, lo más interesante del viaje aéreo de Yunes Márquez fue lo que argumentó como motivo: lo hice por seguridad.
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El dos de febrero, en la carretera Tihuatlán-Alamo el funcionario de la SEDESOL sufrió un atentado.
Un grupo de delincuentes balaceó la camioneta en que viajaba, luego de bloquear la carretera y apuntar directamente a la humanidad de un compañero de viaje.
“Me confundieron, por eso no me mataron”, contaría el director de “Oportunidades”.
Aquel día Miguel Angel Yunes había estado en Castillo de Teayo y el Alcalde de este lugar lo acompañó en su viaje hacia Alamo.
El Presidente Municipal viajaba en su camioneta y los sicarios pensaron que allí iba Yunes Márquez. Lo bloquearon y apuntaron.
Al ver que no era la persona que buscaban cambiaron la mira hacia la unidad que venía detrás.
El chofer de Yunes Márquez observó la escena y ya maniobraba para escapar cuando un sicario les dio alcance y balaceó el cofre de su Jeep Cherokee blindada.
El blindaje nos salvó y escapamos regresando a la ruta de la que veníamos, detalló el funcionario federal.
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Desde Canticas hasta Coatzacoalcos, Yunes Márquez se movilizó en otra unidad blindada: un auto Máxima de la marca NISSAN.
En ese coche volvió al aeropuerto y de allí marchó.
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Durante una breve conversación, Miguel Angel Yunes Márquez dijo tener confianza en que su hermano Fernando sería candidato del PAN a Senador.
“No hay elementos para que lo impugnen”, argumentó.
Habló brevemente sobre los otros Yunes: José y Héctor.
Pepe Yunes no es familiar mío, sólo tenemos un apellido común pero la suya es una familia distinta a la mía, contó.
Sin embargó –acotó- es como si fuéramos familiares.
Luego expresó:
- Pepe Yunes es mi padrino de bautizo. Yo le digo tío. Somos muy cercanos. Héctor es mi tío, su papá y mi abuelo paterno son hermanos. Ellos van por el Senado y mi hermano también. Se puede dar el caso de que tres Yunes sean Senadores, pues aun perdiendo mi hermano puede llegar a la Cámara Alta como primera minoría. A eso le temen en el PRI, a que se ubiquen tres Yunes en la línea directa por la próximo gubernatura…
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En el 2010, cuando Miguel Angel Yunes Linares era candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz, Alejandro Vázquez Cuevas fue su coordinador.
Cacique del panismo jarocho creado por su maestro César Leal Angulo, “El Pipo” fue retirado de la campaña yunista bajo la acusación de estar trabajando para el enemigo: el PRI.
Finalmente Yunes Linares –fiel a su historia- perdió.
No obstante obtuvo más de un millón trescientos mil votos para el PAN; una cifra sin precedentes para el partido azul en Veracruz.
Ya en la lucha por la candidatura presidencial del PAN, Yunes Linares le apostó a Ernesto Cordero atendiendo órdenes de Felipe Calderón Hinojosa.
Alejandro Vázquez Cuevas y Julen Rementería del Puerto trabajaron para Josefina Vázquez Mota.
Ganó Josefina y “Pipo” y Julen partieron en búsqueda del Senado.
Se entendía, se suponía que ganarían y para ello tendrían el respaldo de Josefina.
Pero en sus elecciones internas el panismo veracruzano se desnudó. Y nos mostró su rostro sucio, su cuerpo maltrecho por la porquería, su espíritu convertido en un cuadro de “Dorian Gray”, de apariencia bella y de brochazos llenos de traición y ambición sobre un lienzo que da cuenta de su autodestrucción persignada.
No importa quién ganó en las elecciones internas del PAN para el Senado.
Tampoco importa quién perdió.
A nadie, ni al PAN ni a los panistas le interesan esos detalles.
Ante una elección interna que tanto “Pipo”, como Julen y Yunes ensuciaron, a nivel nacional sólo les quedaba una opción: apoyar al corrupto con más votos y tal papel lo juegan los Yunes.
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Josefina Vázquez Mota aparece en segundo lugar en las encuestas por la Presidencia de la República.
Para alcanzar a Enrique Peña Nieto debe pactar con quien sea, incluso con el diablo.
Y la noche del pasado martes la candidata panista demostró que está dispuesta a hacerlo.
De hecho, en Veracruz ya lo hizo.
Sus coordinadores de campaña: Julen y “Pipo” fueron sacrificados por Vázquez Mota que ha decidido ir con Yunes, el hombre que le apostó a Cordero pero que le representa más votos que sus correligionarios fieles.
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La candidata del PAN pudo haber marcado un hito en la historia del PAN en Veracruz y poner un ejemplo a nivel nacional: respetando las leyes, apegándose a las normas internas y asumiendo el costo de imponer la ética política por encima de los intereses mezquinos.
Si la elección de candidatos al Senado en Veracruz fue puerca y debía anularse, Josefina debió promover su anulación y la toma de medidas justas después de ello.
De este modo, habría puesto a cada quien en su lugar.
Lo habría manejado aun mejor, si se hubiese hecho a un lado de un proceso que está en manos de los comités estatal y nacional del PAN.
“Ustedes decidan pero apéguense a derecho”, les debió decir Vázquez Mota.
Y de ese modo, quizá habría perdido votos pero hubiera ganado en credibilidad y estatura política.
Elementos, ambos, que hacen mucha falta en la vida política nacional.
Josefina tuvo la oportunidad para demostrar que de sustituir a Felipe Calderón, no sólo sería la primera Presidenta, sino que sería la primera persona íntegra en ocupar la silla del águila en los últimos tiempos mexicanos.
Sin embargo, no fue así.
Josefina le apostó al sentido pragmático de la política: a ganar por ganar, hacerlo a como dé lugar, a violar la Ley, los principios, olvidar la ética y convertir la moral en un árbol que da moras.
Nada de esto es nuevo.
No sorprende la decisión del Comité Nacional del PAN de entregar la candidatura al Senado de manera absoluta a los Yunes.
Así opera el aparato político mexicano del que el PAN y Josefina Vázquez Mota forman parte.
La ausencia de sorpresa –empero- no evita el asco.
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De ser Presidenta de la República, Josefina será una mujer sin integridad en el poder.
Actuará pensando en el poder antes que en la Ley que lo soporta.
Esa Ley que coloca al poder en una balanza para evitar que dañe a la sociedad.
Doña Josefina es una cabrona.
Ya lo demostró.
Y ya reforzó el pronóstico de Miguel Angel Yunes Márquez: habrá tres Yunes –desde el Senado- disputando la gubernatura de Veracruz.
Otra vez
